Cuando el primer LP del grupo agota su presencia en las listas de éxitos se producen algunos cambios en el grupo debido a la salida de José Luis García “Zorro” y de Almudena Langa que son sustituidos por Manolo Martínez y Leonor Salas, incorporándose también Javier Lozoya para hacerse cargo del contrabajo eléctrico.
Durante meses los miembros del grupo simultanean sus estudios universitarios con ensayos, actuaciones al tiempo que preparan canciones para su nuevo disco. Será recordado un recital en el Colegio Mayor Pío XII de Madrid, organizado para recaudar fondos para los afectados por el Proceso 1001 (juicio abierto a los principales responsables del entonces ilegal sindicato Comisiones Obreras que llevó al banquillo, y luego a prisión, a dirigentes como Marcelino Camacho, Julián Ariza o Nicolás Sartorius) y en el que junto a Los Lobos, concurrieron otros grupos muy significativos del momento como Jubal, Nuevo Mester de Juglaría y Vino Tinto, estos últimos de contrastada calidad y más volcados en la faceta puramente folk.
Los nuevos temas, compuestos fundamentalmente con textos de los mismos poetas del primer álbum, inciden en una canción de compromiso, claramente reivindicativa, de indudable contenido social, que sistemáticamente son rechazados por la censura imperante. Son los estertores del franquismo los que están impidiendo a Los Lobos grabar un disco con las canciones que habitualmente interpretan en directo, aunque para pasar la censura administrativa de un recital resulte sencillo cambiar en la hoja del censor alguna palabra por otra.
Desde CBS se propone alguna alternativa al grupo que para sus miembros supone una edulcoración de la música que desean hacer e instalados en una cierta radicalidad política no resulta posible asumir las pretensiones de la casa de discos que acaba por concederles la carta de libertad.
Los meses siguientes se producen nuevos cambios en la formación. Salen Manolo Martínez y Leonor Salas y por un corto periodo de tiempo tocan con el grupo Chema Martínez y Nacho Sáez de Tejada, antiguos miembros de Nuestro Pequeño Mundo. Cuando empieza 1975 el grupo está formado por Leonor Langa, Clarisa Perez, Manuel Roiz, Antonio Gómez, Antonio Bernal Eusebio “Gure” Rey y Javier Lozoya al contrabajo.
Después de un intento frustrado de fichar por Hispavox, Los Lobos firman con Movieplay. Álvaro Nieto, histórico del pop español, antiguo miembro de Los Pasos y de La Compañía, asume las labores de producción del segundo álbum de Los Lobos, grabado en los últimos meses del año 1975. Su titulo “… y todavía respiramos”. La grabación se lleva a cabo en los estudios Sonoland de Madrid con Alan Florence como Ingeniero de sonido y la colaboración de Luis Cobos, autor de los arreglos, Pedro Ruy-Blas, a cargo de la percusión, y Tacum y Lucio, del grupo Huerque Mapu, y Pedro Lozano, del grupo Toldería, tocando el charango, la guitarra y el bombo legüero en “Triunfo agrario”. A caballo entre la muerte de Franco y la formación del primer gobierno de la Monarquía, presidido por Arias Navarro, logra sortear la censura, aunque algunas de las canciones mas comprometidas ni siquiera han sido grabadas.